Dentro del estado óptimo de salud del ser humano se abarcan diferentes aspectos, como la alimentación, el ejercicio físico, las relaciones sociales, así como la salud emocional y mental; en este último la relajación y el estrés juegan un papel muy importante para la calidad de vida. Se ha documentado que el estrés ha sido un disparador para llevar una mala calidad de vida, lo que ha derivado en problemas de salud como ansiedad, depresión, trastornos alimenticios como anorexia/bulimia o sobrepeso/obesidad, entre otras enfermedades.
El estilo de vida que llevamos actualmente nos encamina a reaccionar de manera automática, sin hacer consciente las cosas importantes, el camino se hace difícil por la exigencia y ese cúmulo de sentimientos nos generan malestar. Nuestro cuerpo y mente deben descansar, debemos dejar fluir para avanzar tranquilamente. El yoga es una excelente alternativa para reaccionar con tranquilidad ante adversidades y vivir en armonía con nosotros mismos y con las personas que amamos. Además, practicar yoga ha demostrado tener un impacto positivo para mejorar nuestros hábitos alimenticios, ya que se hace más consciente la manera en cómo nos nutrimos, eligiendo una alimentación más saludable, lo que genera un cambio importante para mantener una buena calidad de vida.
Hay que recordar que debemos estar bien por dentro para que se transmita por fuera. Conocernos, aceptarnos y amarnos es algo que nos llega a costar trabajo, sin embargo el yoga nos da la oportunidad para acercarnos a nosotros mismos y así disfrutar cada momento de nuestra vida.
María Ramírez
Nutrióloga